CIUDAD DE MÉXICO, 17 de
junio de 2016.- Los juegos tradicionales: el balero, el trompo, el
yoyo, la matatena; pasaron de generación en generación, y fueron el
pasatiempo de los niños mexicanos durante décadas, pero nada está a
salvo del tiempo y sus cambios, y este tipo de diversiones han sido
desplazadas por la tecnología, la cual ha atrapado a niños y adultos por
igual, con un componente altamente adictivo, de acuerdo a una nota
publicada por la revista Time.
Hoy en día vemos a mucha gente comunicándose o jugando en sus
smartphones, concentrados en el nuevo reto que les ofrece el juego de
moda, como el famosísimo Candy Crush, por ejemplo.
Para darnos una idea de por dónde va esto, en el año 2014 se reveló en
Silicon Valley, que más de mil millones de personas al mes entran a
Facebook, y que de esa cantidad, trescientos setenta y cinco millones
juegan al menos en una ocasión en ese lapso; números impresionantes, y
más si tomamos en cuenta que son de hace dos años, los de hoy deben ser
muchísimos más.
Junto a esa cantidad de jugadores, también llegan las invitaciones a
jugar de un usuario a otro, lo cual se ha convertido en una molestia
para más de alguno, de acuerdo a los números de Facebook publicados a
finales del dos mil catorce, más de setecientas treinta y cinco millones
de invitaciones para jugar son enviadas al día.
Este fenómeno más allá de incomodar a los contactos de Facebook, tiene
otro tipo de implicaciones, y es que se ha convertido en un negocio
multimillonario para las compañías que desarrollan los juegos como
Playtech, Microgaming, Betsoft, etc.
Es bastante lucrativo elaborar juegos para las plataformas más
populares, dado que los usuarios a los que puedes llegar son casi
ilimitados.
Para darnos una idea del dinero que se mueve en los juegos en línea, los
jugadores que se involucran en el mismo juego en dos o más plataformas,
gastan el triple a comparación de los usuarios que sólo juegan en su
computadora personal, de acuerdo al portal Mashable.
Pero también está el otro lado de la moneda, porque se ha demostrado que
muchos de los usuarios de Facebook que dejan de jugar lo hacen porque
el mismo juego pide dinero real para seguir subiendo de nivel o mejorar
el personaje.
Hay una línea muy delgada en la mente del jugador, y si las compañías
que desarrollan los juegos se vuelven demasiado avariciosas, pudieran
matar a la gallina de los huevos de oro, algún día.
Éste sólo es un panorama general en el mundo de los juegos de Facebook,
tragamonedas y casinos en línea, un negocio que atrapa a todos por
igual, y que ha creado una industria insaciable, característica que a
final de cuentas comparten todos los involucrados, con ganadores y
perdedores muy bien definidos.
El texto original de este artículo fue publicado por la Agencia Quadratín en la siguiente dirección: https://www.quadratin.com.mx/sucesos/estas-las-nuevas-tendencias-entretenimiento-en-linea/
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